Matar animales por diversión es algo atroz, retrógrado, anacrónico, carente de racionalidad y generador de un negocio tan infame como millonario, para gente que siente tener el derecho de disponer de la vida de los más indefensos, sin otro motivo más que el propio placer.
Cualquier semejanza con la monarquía es pura coincidencia.
Matar animales por diversión es algo atroz, retrógrado, anacrónico, carente de racionalidad y generador de un negocio tan infame como millonario, para gente que siente tener el derecho de disponer de la vida de los más indefensos, sin otro motivo más que el propio placer.
Cualquier semejanza con la monarquía es pura coincidencia.